La monocitosis es una condición médica en la cual hay una elevación en la presencia de un tipo de glóbulos blancos de la sangre conocidos como monocitos. Los monocitos se forman en la médula ósea y desempeñan un papel importante en el funcionamiento normal del sistema inmunológico.
Síntomas
Los síntomas de la monocitosis comúnmente incluyen fatiga, debilidad, fiebre o una sensación general de estar enfermo.
Por lo general no hay síntomas específicos asociados con el desarrollo de monocitosis. La mayoría de la gente va a encontrar información sobre la condición sólo a través del uso de rutina de análisis de sangre o mientras se está probando para otra enfermedad.
Las personas que tienen síntomas podrían sentirse cansado o débil, y una fiebre de bajo grado podrían desarrollar en algunos casos. Estos síntomas se confunden fácilmente con una variedad de otras condiciones médicas, que a veces lleva a un diagnóstico inexacto si el trabajo apropiado de la sangre no está ordenado por el médico.
Causas
Las condiciones inflamatorias como infecciones o trastornos autoinmunes, como como el lupus o la artritis reumatoide, son causas principales de monocitosis. Algunos de los tipos más comunes de infecciones que podrían conducir a esta condición incluyen la tuberculosis y la sífilis.
Algunos trastornos de la sangre también pueden conducir a un alto número de monocitos. La leucemia o una forma de linfoma conocido como enfermedad de Hodgkin son los tipos de cáncer que se sabe que causan monocitosis. Estos tipos de cáncer afectan a la sangre o la médula ósea y restringen las capacidades que combaten las enfermedades naturales del cuerpo. El sistema inmunológico está comprometido como resultado de estos tipos de cáncer, colocar al paciente en un riesgo creciente de desarrollar complicaciones graves, incluso a partir de los tipos normalmente leves de infección.
Diagnóstico
Un conteo de más de 950 monocitos por microlitro de sangre generalmente se considera monocitosis en los adultos.
Tratamiento
El objetivo principal del tratamiento tratar la causa subyacente, ya que la monocitosis es en realidad un síntoma de alguna otra enfermedad y no una condición médica por su cuenta, por lo que las opciones de tratamiento varían ampliamente.
Los medicamentos recetados por lo general tienen éxito en los casos de infección o inflamación. El uso de medicamentos de venta con receta – a menudo incluyendo antibióticos o medicamentos esteroides – a veces puede devolver los recuentos de sangre a la normalidad, aunque la enfermedad puede volverse crónica en algunos pacientes.
Las afecciones cancerosas pueden requerir un tratamiento más intensivo, como la radiación, la quimioterapia o la intervención quirúrgica.